Actualmente vivimos en un mundo globalizado y los modelos de automóvil que se venden en los mercados de diferentes países responden a intereses regionales, sin embargo, hace algunas décadas, cada país reflejaba una identidad propia en cuanto a automóviles se refiere.

De esa época es el automóvil que nos convoca en esta ocasión. El Chevrolet Opala, el primer automóvil producido por Chevrolet do Brasil, cuya producción arranco en el año 1968.
El Opala, era la conjunción de dos mundos, Por un lado, partía de la base del Opel Rekord, un automóvil europeo y liviano, pero equipando motorizaciones de la línea Nova Estadounidense, al igual que su primo vernáculo en Chevrolet Chevy. Esto lo convertía en una opción, potente y liviana, lo que rápidamente genero la llegada de una versión S.S.

Respecto del nombre, existen dos teorías, la primera, habla del ópalo, una piedra preciosa, la cual, a simple vista es incolora, pero que al extraerse toma muchos matices. Por otro lado, hay quienes atribuyen su nombre a la conjunción de las palaras Opel, por la marca que le dio origen e impala, un popular modelo estadounidense, lo que seria un resumen de esa unión de dos mundos que representaba el modelo.
Su producción se extendió hasta 1992, cuando fue reemplazado por el Chevrolet Omega.

Durante sus años de producción, hizo las veces de taxi, patrullero, incluso, auto de carreras, destacándose en el Stock Car, por lo que si bien, es primo de la Chevy, su longevidad en el mercado y versatilidad de usos, lo acercan mas al eterno rival del chivo, es decir, al querido Falcon.

El Opala, no fue un Muscle Car propiamente dicho, sin embargo, se ubica entre los vehículos con tradición deportiva más recordados del país carioca, junto al Ford Maverick y al Dodge Charger brasilero.