Bajo el rugido nostálgico de los motores y el brillo impecable del pasado, llega La Old School, un evento único que reúne a fanáticos de los autos clásicos en una propuesta cargada de emoción, comunidad y solidaridad.
De una charla casual a un gran evento
La Old School nació casi sin querer, a partir de una conversación entre amigos (Sergio Figueredo, Pablo Figueredo, Paula Lunge y Facundo Velazquez).
Entre risas y anécdotas, surgió la idea de organizar algo propio: un almuerzo entre amantes de los clásicos. Con el tiempo, esa chispa inicial se transformó en un proyecto más ambicioso, con el objetivo de disfrutar de los vehículos y, al mismo tiempo, dar una mano a comunidades de Santa Ana.
El espacio elegido fue el predio del hotel Santa Ana con un entorno ideal para recibir a los visitantes y exhibir estas joyas automotrices. El evento se realizó durante los días 9 y 10 de agosto.



Pasión por la vieja escuela
El nombre del evento no es casual: “La Old School” evoca todo lo relacionado con la época dorada de los autos clásicos. No solo se trata de vehículos, sino también de un estilo que abarca la música, la vestimenta y hasta los stands presentes, todos con estética vintage.



Una comunidad que crece
A pesar de ser la primera edición, la repercusión fue sorprendente. Llegó gente de toda la provincia, incluso participantes que no esperaban recibir, gracias a la invitación abierta para inscribirse en el momento.
El apoyo de otros grupos de autos clásicos fue clave, creando una red de entusiastas que comparten la misma pasión. Los organizadores ya piensan en futuras ediciones y están abiertos a recibir sugerencias para mejorar.






Todo apunta a que la Old School seguirá creciendo, convirtiéndose en una cita obligada para los amantes de los clásicos.